¿La pregunta es entonces, la sal es mala?

La sal, no es “buena” ni “mala”, el problema es el exceso y la fuente; el sodio es un mineral esencial para funciones nerviosas, musculares y equilibrio hídrico.

La sal de mar, la Flor de Sal o las sales no refinadas pueden aportar otros minerales (como magnesio o potasio), pero no olvidemos que no son “más sanas” si se consumen en exceso.

El problema es el desequilibrio: mucho sodio + poco potasio + poca hidratación = riesgos reales.

Entonces, ¿qué deberíamos hacer?:

  • Reducir el consumo de alimentos procesados, más que demonizar la sal; aprender a leer etiquetas nutricionales, para identificar el sodio oculto.
  • Usar Flor de Sal Salerika con moderación, nos permite dar sabor a nuestros alimentos de forma natural, deliciosa y nutritiva al ser baja en sodio y contener minerales como el calcio, magnesio y potasio, lo que además de aportar un toque de sabor exquisito, necesitará menos cantidad.
  • Incluir hierbas aromáticas para condimentar los alimentos y disminuir el consumo de aderezos.
  • Consumir de preferencia productos frescos en lugar de congelados.
  • Promover el equilibrio con potasio (frutas, verduras, legumbres) y reeducar al público para distinguir entre sal visible y sodio oculto.

Sabemos que la sal es, de un modo u otro, necesaria para que comer siga siendo un placer y no solo una función vital que necesitamos suplir.

La sal proporciona un sabor característico a nuestras comidas, y en ocasiones se utiliza también para conservar alimentos.

Se trata de la única roca conocida comestible por el ser humano. Cuando hablamos de la sal de mesa común y corriente, en términos químicos estamos hablando de un compuesto de cloro (Cl-) y sodio (Na+) a partes iguales, que forman el cloruro de sodio (NaCl). La sal es, por tanto, cloruro de sodio.

La importancia de comprender la realidad sobre la sal, ese condimento omnipresente en el día a día, ha sido objeto de debate durante años; es necesario defender su consumo por su papel esencial en el adecuado funcionamiento del cuerpo, así como el sabor que imprime en los alimentos.

Es la sal o el exceso lo que la hace perjudicial, tenemos claro que es necesaria en la dieta humana; sabemos que sirve para conservar el equilibrio de líquidos, evitando condiciones como la deshidratación o el exceso de fluidos, las cuales podrían afectar el estado general de salud.

La clave radica en saber elegir el tipo de sal, verificar su origen, que sea libre de químicos perjudiciales para la salud y de preferencia que esté certificada, lo que garantiza que su proceso de producción y recolección cumple con las condiciones de calidad e higiene necesarias para el consumo humano. Estas características las puedes encontrar en la Flor de Sal, Salerika. Así mismo, mantener en equilibrio el consumo de sal en los alimentos y en las demás fuentes es esencial para prevenir problemas serios